domingo, 10 de agosto de 2008

curtiduría poética\ Roberto Rico


[sobre el autor]

Roberto Rico (Cintalapa de Figueroa, Chiapas, 1960). En 1991 obtuvo la beca "Jóvenes creadores" del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, así como la del Consejo Estatal de Cultura y Artes del Estado de Chiapas en 1995. Cuenta con las siguientes publicaciones: "Varia optometría" en el libro colectivo Jaculatorias y señales (1987); Reloj de Malvarena (1991); Nutrimento de Lázaro (2000); y La escenográfica virtud del sepia (2000).

Recientemente antologado en Pulir huesos: Veintitrés poetas latinoamericanos (1950-1965), selección y prólogo de Eduardo Milán, Galaxia Gutemberg, 2007.


[poética]

La pensión de Filoctetes

Huéspedes del virtuoso Filoctetes
en nada nos aflige sabernos forasteros.

Opaca nuestras penas el múrice encendido.
El guante bruno y las rosáceas yemas,
la penumbra y el alba, se acumulan
sobre el herido pie.
La cicatriz del sueño, los odios en urdimbre,
nos inspiran confianza para pulsar el arco.

Bajo cobijo de una gruta
aguardamos dictamen del Egeo:
los dioses en asueto,
meridionales liras;
una forma visible, un domicilio y un nombre;

domesticar el canto en las aljabas del eco.



(de Reloj de Malvarena)


[selección de textos]

Episodio al vapor de unos cabellos

Contra el boquete donde aún valdría
llamar espejo al agua dulce varada sobre el óxido,
planta la faz; con ella, su media filiación de hurí
desdeñosa, diríase lejana. Desde los estribos
de la conformidad, el dorso vuelto configura
su vis de potra, erguidos bajo el ventilador los pechos.
Secar la cabellera:
fatiga sólo pensarlo.
Cubriéndose el escote
manos al hombro, deposita
sobre la frente del dormido
barruntos de una fresa macerada.
Termina de vestirse. Salen
sus cabellos mojados a disuadir el orden de las nubes.

El acostado se despeja. Actúa
según la circunstancia de haraganear en torno suyo el estro
semiárido del Camel de reserva.
Rememora,
recibe a flor de labios
la pionera rondana de un pezón:
discernido, coránico trasmundo
del que resiente aún su sedimento
cuando sale del cuarto
y el contrito esmeril de la llovizna
modifica los planes de abandonar ileso el escenario
de lunas embebidas por Khayyam,
acto seguido recicladas
ante la intromisión afable del camarero que consulta
si el señor apetece un entremés
o desde ayer querrá un aperitivo.


Arritmia veraniega

I

Emparedado entre el insomnio
citadino y el cúmulo de hubieras
(binoculares
vinos oculares
catados a lo lejos)
la envidia mal encubro.

Me resigno. En la playa
no faltarán quienes pregunten
si el Salvavidas tiene horario fijo.


II

La rutina
—motor fuera de borda—
reemplazaré por otra no menor, vivaz embarcación.
Ello gracias
a las más merecidas vacaciones.
A qué puertos podrá arribar
el tripulante, sino a la sobrada
clemencia de anotar en su bitácora:

Hoy es domingo, y no parece.


Cisma en Montes Azules


Lacandonia Schismatica se alejó de la
lenta y gradual evolución darwinista...
Las miles de mutaciones que probablemente
haya sufrido la planta en breve lapso
sería un fenómeno que ha ocurrido muy pocas veces
en los organismos que pueblan la tierra.


(Tomado de Información científica y tecnológica,
Vol. 10, núm. 142, julio de 1988)



1. En un calmo desmán,
la rueca del subsuelo contraviene el estrépito erosivo
con que se postra la rodilla
solar cuando le viene en gana hurtarse de su alcándara fósil.


2. A los Montes Azules
llega la noche enrojecida al blanco.
La luna trata de engullir el fuego,
hará corral de árbol caído el humo.


3. La selva se atornilla como puede.
Busca su cobertizo en la hojarasca.
Sueña ser una flor menuda mientras le arrancan el pulgar derecho.

Sobresaltada, vuela en sí
la nobiliaria aorta de los montes,
abdica en 180° la marital simiente de sus polos.


4. Pisaste por descuido a la minúscula.
Quizá, en ese momento, lo que del párpado al talón te arbola
fue durmiente a las vías
del designio, correa transmisora
de un cometa volcado hacia su cauda,
hacia la flor que oficiaría como una tuerca planetaria
rotando en dirección a un nuevo, promisorio caos.


(de La escenográfica virtud del sepia; Juan Pablos/UNICACH, 2000).

6 comentarios:

Balam Rodrigo dijo...

Celebro, hermanos, la aparición del maestro Roberto Rico en Poética Arbitraria. Es, su poesía, la vera inteligencia del lenguaje. Felicitaciones a Fer y a Fabián por continuar esta faena. Sólo un comentario más, ya que hay un pequeño yerro en la bio del maestro Rico Chong: donde dice "Joculatorias y señales (1987)", debe decir: "Jacultorias y señales (1987)". Un abrazo de ceiba. el balam

Balam Rodrigo dijo...

Fe de erratas de la fe de erratas (valga la rebuznancia!): donde dice: "Jacultorias y señales (1987)", debe decir: "Jaculatorias y señales (1987)". saludos desde el sur de la ciudad de méxico. el balam

Fabián Rivera dijo...

ya quedó mi bala,
gracias por la corrección.

saludos!

Anónimo dijo...

QUERIDOS POETAS, PRIMERO PERMÌTASEME DECIR QUE ME CONGRATULO POR EL ESPACIO PARA LEER LA POESÌA DELOS POETAS CHIAPANECOS (NO DIRÈ JÒVENES POR LA EDAD CRONOLÒGICA PORQUE PARAMI LA JUVENTUD ES UN ESTADO DE ANIMO QUE NO DESAPARECE CON EL TIEMPO);SEGUNDO QUE ME DA MUCHO GUSTO ENCONTRAR POEMAS DE ROBERTO RICO EN ESTA PAGINA,ES A MI PARECER UNO DE LOS MEJORES POETAS DE MEXICO.

MIRTHA LUZ PEREZ ROBLEDO
lunaranjita@yahoo.com.mx

mexicano tal por cual dijo...

Roberto, te sigo leyendo. Hoy me desperté diciendo: María del Thé Ramírez: Soy Raul Berdejo.

waldo gomez dijo...

Muy enajenante la poesia de roberto rico, apenas he comenzado a leer su obra y me a dado por buscar mas y mas poemas de este escritor, un ritmo pausado pero con un color bastante fuerte que nos lleva a donde el autor mismo alguna vez imagino los versos que ha plasmado en hojas, excelente el sitio, gracias por compartir esta buena poesia...

Artes poéticas

Revista La Otra