miércoles, 16 de julio de 2008

Trece poetas chiapanecos: selección y breve noticia



De la miscelánea histórica

Supe de la colección Punto de partida, de la UNAM, hacia 1980. Para entonces el empeño editorial acumulaba 14 años. Ideada por el rector Javier Barros Sierra y bautizada así por Henrique González Casanova, sigue siendo a la fecha la plataforma de numerosos escritores que después alcanzan su plenitud. El bello título y la sencillez de sus propósitos, simplemente no han sido superados. Si bien la oferta de publicación para jóvenes autores creció brutalmente desde 1966, no hay duda en que participar de esta tradición universitaria es una aspiración que no a todos se les cumple.

Hay un detalle muy importante para comprender la trascendencia de esta colección. Al menos hasta la mediados de la década de los ochentas, en el medio literario se consideraba un paso ineludible para poetas y cuentistas que se iniciaban, formar parte de una antología (acerca de los otros géneros, su naturaleza impuso y designa formas de edición distintas y Punto de partida ha sabido resolverlas con el mismo sonado prestigio). Diría incluso, un requisito. Los compendios jugaron un papel fundamental no sólo como filtro y termómetro, a su vez, como laboratorios para la crítica y como detonantes de innumerables polémicas.

Hace un buen tiempo que dejó de ser así. El alud de libros subsidiados por el Estado (léase el gobierno en sus tres niveles), propició que cualquier hijo de vecino vea publicados sus más cursis palabras sin el menor pudor por parte de los directivos. La lucha por ser antologado fue suprimida por la generosidad del servicio público ya que, salvo las excepciones de siempre, hacer libros es un mecanismo eficaz para acarrear simpatías de los integrantes de la “comunidad cultural” y para que los fracasados no anden de chillones en foros y columnitas.

Señalo esta perspectiva para confirmar que Punto de partida ha podido mantenerse ajeno al clientelismo. Sus antologías siguen teniendo la trascendencia de hace 42 años. Aunque ya no generen la difusión y controversia que en su primer cuatro de siglo, y su distribución siga siendo un sueño anhelado, quienes logran formar parte de la colección pueden considerar que se les tiene en alta estima y se les profesa profunda fe. Como en toda casa de apuesta, habrá quienes se quedarán en promesa. Pero su aparición no habrá sido en balde. [...] Aclaro, por si alguien se extravió, que la revista es uno de los varios productos de la colección que depende de la Dirección de Literatura de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM.

EDUARDO CRUZ VÁZQUEZ, para SerCultura.Org



Noticia y selección

La revista Punto de partida dedicó en el pasado número 149, que comprendió los meses de mayo y junio de 2008, una selección de lo más representativo y actual de la poesía creada por autores de origen chiapaneco.

Trece en total, dicha muestra realizada a consciencia (según mi lectura) por Balam Rodrigo (1974) -consumado bardo de corta trayectoria, para algunos; mercenario de las letras, para otros (que empiecen las apuestas)-, otorga una visión, en su ensayo introductorio, de la evolución poética y en sí, literaria, de esta parte de la República de las Letras Mexicanas, de cómo la literatura creada dentro y fuera de nuestro estado se encuentra ligada a diversos cambios socio-económicos, al punto de denominar a Chiapas como "provincia poética".

La muestra, por otro lado, no incluye a mujeres poetas (o poetisas, como Ud. amable lector desee llamarles), ni a poetas de raíces indígenas, provienientes de las diversas etnias que buena parte conforman del bloque socio-cultural del Estado: hay quizás en ellos rasgos de oficio poético, pero la ejecución de sus textos no alcanza la "altura" necesaria para ser considerados, y la intención del seleccionador fue, para el caso, dotar de ética e imparcialidad a su trabajo.

La versión electrónica de la revista, aquí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

idiay? aquí ni un pinche insulto se asoma jajaja

Anónimo dijo...

publican más reseñas de encuentros, para que se arranquen los madrazos

Anónimo dijo...

Oh my...
Y a mí cuándo me va a pasar el Balam mis ejemplares de la revista?

Juan Carlos Cabrera Pons

Artes poéticas

Revista La Otra