domingo, 23 de agosto de 2009

Ramón Iván Suárez Caamal, Premio Regional de Poesía Rodulfo Figueroa 2009

Cuido que la palabra no apague la emoción: Ramón Iván Suárez Caamal,
Premio Regional de Poesía Rodulfo Figueroa 2009
Por Enrique Hidalgo Mellanes
mellanes509@hotmail.com

El dictamen del Premio Regional de Poesía Rodulfo Figueroa 2009 convocado por Coneculta Chiapas, firmado por Luigui Amara y Benjamín Rocha, manifiesta lo siguiente: “…tomando en cuenta las propuestas del tercer jurado, Leo Mendoza, quien no pudo estar presente, tienen a bien declarar como ganador al libro Tres diosas porque en él se percibe claramente una voz al mismo tiempo extraña y precisa que logra muchos poemas de notable factura.” Al abrir la plica correspondiente se leyó el nombre Ramón Iván Suárez Caamal, quien se le recuerda en Chiapas porque en 1991 obtuvo el Premio, entonces nacional”, de Poesía Jaime Sabines con el poemario Pulir el jade. Ha estado muy cerca de los jóvenes chiapanecos en la creación poética.

El monto y reconocimiento por escrito de este Premio de Poesía Rodulfo se entregó el 4 de agosto a las 19:00 horas en la Galería de Artes, de la Asociación Cintalapaneca para las Culturas y las Artes de Cintalapa.

Ramón Iván Suárez Caamal nació en Calkiní, el 12 de abril de 1950. Hizo estudios en la Escuela Normal Rural de Hecelchakán, Campeche, y en la Escuela Normal Superior de México, en la especialidad de Lengua y Literatura Españolas. Radica en Bacalar, Quintana Roo, desde 1973.

Es amplia su trayectoria literaria. Ha obtenido premios en numerosos lugares del país, entre los que se pueden citar los siguientes: Valladolid, Yucatán, 1981; México, D.F., 1982 y 1986; Mérida, Yucatán, 1984; Chetumal, Quintana Roo, 1984 y 1985; Campeche, 1986, 1987 y 1988; Calkiní, 1989; Papantla, Veracruz, 1989; Durango, 1991; Chiapas, 1991 (Premio Nacional de Poesía "Jaime Sabines"); San Juan del Río, Querétaro, 1992.

También ha recibido múltiples reconocimientos: El H. ayuntamiento de Calkiní otorga al Premio Nacional de Poesía de Calkiní el nombre de Ramón Iván Suárez Caamal, en 1992. Este certamen poético se ha realizado en diez ocasiones consecutivamente. En 2000 y 2001 los triunfadores fueron Otto-Raúl González y Cynthia Rodríguez Leija. En 1987, recibió el Premio Estatal de Periodismo, en Quintana Roo; y fue nombrado Hijo Distinguido de Calkiní, en 1990.

Ha publicado más de veinte libros de verso y de prosa; entre éstos están: Zoo y otras ficciones mínimas, 1978. Pavesas, 1979. Memorial de Sueños, 1981. Poemas para los pequeños, 1983. La fauna del Platón y otros poemas, 1984. Bajo el signo del árbol, 1986. En el insomnio escribo, 1987. Vivir cerca del mundo, 1988. Cuando te llamo selva, 1989. Pulir el jade, 1992. Criatura inanimada, 1995. Otros mundos, otros sueños y otra vez otros mundos, 1996. Aprendizajes en la luz, 1996. Pejeluna, 1996. Casa Distante, 1996. Colectivos: Sumario de ficciones (narrativa), 1986. Poemas desde el rincón celeste (poesía), 1983. Imarginaciones (narrativa) 1986. Recuento de voces (poesía), 1987.

También autor de los libros de texto: Manual de poesía coral en movimiento, colectivo, 1982. Poesía en Acción, manual para talleres literarios, 1991. Juguemos con el español, 1995.

Es el autor de la letra del Himno a Quintana Roo (1986). Fue fundador (junto con Waldemar Noh Tzec, Jorge Miguel Cocom y César Víctor May Tun) del grupo literario Génali, de Calkiní, del que sigue siendo el responsable directo de la edición de las obras y mecenas de jóvenes que inician su carrera en el horizonte de las letras. El 3 de agosto del presente y en el viaje de Quintana Roo rumbo a Chiapas charlé con el poeta Suárez Caamal.

El poeta
Felicidades por ganar el Premio Regional de Poesía Rodulfo Figueroa 2009. Maestro, usted ha estado en Chiapas en muchas ocasiones y lo más seguro es que su visión poética de 1991 con Pulir el jade, cuando que ganó el Premio de Poesía Jaime Sabines, a la del autor de Tres diosas, es otra. ¿Qué ha cambiado y que permanece en su percepción poética?
Cuando escribí Pulir el Jade, hace ya 18 años, tenía una visión más de búsqueda de una voz poética. La naturaleza incidía con fuerza en mi temática. Ahora mi poesía es más decantada. Cuido que la palabra no apague la emoción, que haya un discurso donde emoción, razón e imaginación se entretejan. Permanece el amor por la palabra, la confianza en que pueden ser llaves a lo misterioso y a la belleza que late en cada momento de la vida, así sea la acción o circunstancia más insignificante.

Somos lectores de poesía y de varia literatura. ¿Qué poetas lo mueven, lo conmueven y están cerca de usted?
Leo con interés a Ted Hughes, Charles Símic, José Lezama Lima, Gastón Baquero, entre otros. También leí a Ámbar Past cuya poesía enraizadas en las raíces míticas es afín a mi modo de ver e interpretar el mundo.

Ante lo cotidiano, ante la poesía ¿Qué le asombra, que le gusta de la vida?
Cada momento que pasa, cada instante que se desvanece. En el otoño de mi edad quiero disfrutar cada situación y vencer la impaciencia que me hace ir de prisa por la vida. Igualmente retomé la pintura, un arte que había practicado en mi juventud y la luz y las formas complementan mi estar en el mundo.

El poemario Tres diosas
Permítame preguntarle ¿Cuáles son las venas y la vitalidad que transita en su poemario Tres diosas? ¿Quiénes son esas tres diosas?
Escribir Tres Diosas fue un reto. Ellas son Emily Dickinson, Sylvia Plath y Alejandra Pizarnik. Me propuse escribir desde la voz de cada una de ellas, poetas a quienes el infortunio llevó al ostracismo voluntario o al suicidio. Es un libro cargado de emotividad pero conciso en la forma o extraño en sus planteamientos como lo fue el estilo personal de cada una. Está dividido en tres partes: La Dama de Blanco, Selva de plata, Sylvia y Alas para Alejandra. Un amigo cubano y crítico literario que leyó mis versos escribió estos comentarios: El más reciente poemario de Ramón Iván Suárez Caamal, Tres Diosas, es una experiencia nueva en el autor. Ciertamente, nunca antes se había adentrado en otras escrituras para hacer la suya, en otros conflictos para expresar su visión del mundo, en otras atmósferas para expresar su propia poética. En este libro, más allá de la impronta de los textos que se leen y se asimilan como posibilidades de ver y de sentir la realidad, Suárez Caamal ha querido recrear el mundo de tres poetisas: Emily Dickinson, Silvia Plath y Alejandra Pizarnik ( … ) el poeta ha sabido adentrarse en el universo íntimo de cada una de estas mujeres singulares y entregarnos sus propios poemas desde las mirada ajena, siempre asumiendo los conflictos esenciales de la otra voz y reescribiendo sobre ellos y sobre las diferentes atmósferas de las que parten los signos que logra aprehender en el léxico y en las situaciones límites que se le revelan en la lectura sostenida y apasionada de esas artistas de fuerte personalidad. Hay, pues, alejamiento y al mismo tiempo un diálogo profundo de este creador mexicano con las poéticas en las que quiso penetrar ( … )

Pienso que hay algo que nos permite escribir, que nos motiva o nos enciende lentamente. ¿Bajo que circunstancias escribe este poemario?
Escribí estos textos a partir de un planteamiento: El poeta es un receptor que capta las voces del entorno (la naturaleza, la humanidad,) y los reelabora desde su propia escritura. Para ello tuve que adentrarme en la biografía, la poética, el desgarramiento espiritual de estas mujeres y reescribir lo que a ellas no les alcanzó el tiempo de expresar. Muchos textos quedaron fuera. Eran muchos más versos, pero seleccioné los textos que a mi juicio lograban el propósito planteado.

Usted regresa, va rumbo a Cintalapa, Chiapas hoy 3 de agosto de 2009 ¿Con quienes o con qué se reencontrará?
Vuelvo a Chiapas con la expectativa de encontrar a los amigos, a los poetas con los que pude platicar en el 91. Y siento una alegría por estar en estas tierras donde la poesía florece vigorosamente.

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